jueves, noviembre 03, 2005

"A mis 26..."


Este post va a ser largo, lo advierto de antemano; será largo e impúdicamente subjetivo ("ah, cabrón", dirán ustedes, "¿más?").

Mmmmmh... Año con año sucede lo mismo: las manecillas del reloj a punto de unirse la noche del dos de noviembre. La más pequeña acariciendo ya el número doce mientras el minutero se aproxima con toda parsimonia. La muerte del día de muertos acercándose lentamente. Quizá por ello más que ver mi cumpleaños como un mal augurio por ser un día después al día de muertos, lo veo más bien como una broma divina en mi nacimiento: la muerte de la muerte, el fin del fin. En fin. Finalmente llega el momento y en mi psiqué suenan las doce campanadas anunciando que oficialmente he abandonado los emblemáticos 25, el cuarto de siglo ha quedado atrás y nos encontramos a cuatro años de los 30. Valiente cosa.
Alguna vez discutía con una chica que si bien nunca fue mi amiga en su momento le guardé cierta estima. Yolanda era su nombre, una cara de ángel opacada por su radical devoción a los Testigos de Jehová (como si hubiera otro tipo de devoción entre ellos). Yolanda no celebraba su cumpleaños, entra tantas otras cosas, claro. Pero particularmente me llamaba la atención ese punto. Ella decía que no había nada que festejar en un año más parados sobre este mundo. Que era absurdo y que ofendía a Dios. Carajo. No intenté discutirle (hay con quienes no se puede dialogar) pero me quedé pensando en ello.
¿Hay algo que festejar en 12 meses más generando combustión a través de esa serie de tejidos llamada aparato respiratorio? ¿Hay algo que celebrar en 365 días vividos a pesar de que en mi opinión la vida no tiene sentido en sí misma?
Lo pensé en su momento (eso fue hará unos cuatro o cinco años), lo pensé mucho y llegué a una conclusión: no tengo un motivo más fuerte para celebrar que mi propia vida, mi propia existencia, al menos en lo relativo a mí mismo. El solo hecho de haber soportado vivo durante un año más es motivo de festejo y un día de autocomplacencia, mucho más si fue un buen año.
También por ello no necesito de felicitaciones (sí, eso es para todos ustedes, bola de culeros, que no me hablaron), finalmente el gusto es mío y sólo mío. Ostentar 26 años es ostentar 26 medallas. La vida es una carrera de resistencia.
Y bueno, una vez que terminó de sonar la última campanada en mi interior, llegué a la misma concusión a la que llego año con año: el mundo se ve igual de pinche con un año más, jaja.
Yo sé que para la mayoría de ustedes no hay ninguna novedad en cumplir 26 años (todos ustedes tienen más, jajaja), pero creo que nunca sobra reflexionar un poco sobre las implicaciones de seguir avanzando en esta carrera.
Pero bueno, fuera de todo el rollo anterior, quisiera enunmerar el resto de mis apreciacoines alrededor de los 26 años. Quizá era más cabalístico hacerlo a los 25, pero supongo que me atrae más lo arbitrario y absurdo del número 26.
Rásquele, viejillo de porra...
  • Como ya lo dije más arriba, el mundo se ve igual o más pinche.
  • Es mentira que el líbido sea propio de la adolescencia: ya son 10 años de mis 16 y todo sigue igual.
  • También es mentira que la pornografía, la violencia y todas sus variaciones sean propias de adolescentes calenturientos. Lo dicho: ya son 10 años de mi 16.
  • A los 20 veía los 25 como la última frontera, esa que después de ser cruzada nos dejaba en un páramo de adultez, solemnidad, aburrimiento, trajes baratos y corbatas de Liberpool. Nunca me dio tanto gusto estar equivocado.
  • Señoritas, tienen toda la razón, los hombres somos una mierda.
  • Los tables y cabarets no sólo no dañan a las familias, todo lo contrario, las benefician pues son liberadores de estrés y desesos insatisfechos que influyen directamente en una reducción de la violencia familiar.
  • La posición del misionero es para principiantes y novatos.
  • Las teorías freudianas son una mamada: resulta que todos tenemos una grave neurosis por un Edipo no resuelto y una relación insana con nuestro progenitor del sexo opuesto, y tenemos que pagarle entre 100 y 700 pesos a un cabrón por sesión para que nos lo diga. Al carajo.
  • Diría el buen Sabina: "es mentira que sepan a vinagre los besos sin amor".
  • Creo firmemente que no hay mejor causa que una causa perdida.
  • Alguien me dijo una vez hace 10 años que en cuanto saliera de la universidad y entrara a trabajar me dejaría de pendejadas de escribir y hacerle al rebelde, y ya ven: 10 años, un matrimonio y dos hijos después sigo con pendejadas.
  • A tres años de haberla empezado, mi novela va por las 190 cuartillas... y lo que le falta todavía.
  • Mi tira favorita de Mafalda sigue siendo aquella de los dos ejecutivos platicando "eso de cambiar el mundo, yo también creía en eso" y Mafalda gritando después, "¡hay que cambiar el mundo antes de que el mundo nos cambie a nosotros!".
  • Este año he hecho nuevos amigos, nuevos enemigos y he conocido a nuevos indiferentes, con los tres me divierto igual, aunque en distinto modo.
  • Además, en este mismo año he conservado amistades que he tenido a lo largo de muchos años, algunas de ellas desde mis 12 o 13 años de edad. Eso ya es para celebrarse.
  • Sigo creyendo que uno crece, no madura; para el que madura el siguente paso es pudrirse.
  • Contrario a lo que pudiera parecer, no me asusta acercame a los 30. Siempre tengo presente aquella cita de David Bowie: "lo bueno de tener 30 es que las grandes se ven menos grandes y la chicas se ven más chicas". Además de que como diría mi compadre, tener la edad de Jesucristo implica que puedes repetir aquella frase de "dejad que las niñas se acerquen a mí".
  • Sigo sintiendo que mi cuerpo me queda chico, que me quiero salir de él y que la realidad nunca es suficiente.
  • Por ahí de los 24 uno comienza a intuir lo que confirma poco después: cuando somos adolescentes nuestras iguales en edad nos atraen físicamente no por ser nuestras iguales, sino por ser adolescentes.
  • ¿Satisfecho yo? ¿Quien dice?
  • Las relaciones humanas fueron, son y serán siempre el gran misterio de este planeta.
  • Cuando tenía 16 años el entonces novio de mi hermana dijo que me arrepentería de estudiar periodismo porque me moriría de hambre y que por ello él estudiaba publicidad, tenía razón en algunos puntos: Sí, es para morirse de hambre. Sin embargo, mis alegatos serían dos: uno, no me arrepiento; dos, él ahora atiende un taller porque como publicista se moría de hambre.
  • En mi vida ni están todos los que son ni son todos los que están, pero así es esto.
  • Después de una década de algunas de las broncas más pesadas que tuve con mis padres, hoy les puedo decir aquella frase de "La chispa adecuada" de lo Hérores del Silencio: "Ya somos más viejos y sinceros, ¿y qué más da?".
  • Sí, soy un pinche amargado de mierda y no saben cuánta satisfacción y diversión me da saberlo, reconocerlo y aplicarlo.
  • No. Por más que lo pienso no encuentro nada de lo que me pueda arrepentir irremediablemente.

Hasta ahí lo dejo, podría escribir 300 más y no terminaría. Al menos dejo algunas puntualizaciones. Gracias a todos por estar y por no estar también. Y por favor, que nadie me pregunte si soy feliz porque le responderé con una palabra muy pero muy obscena.

Gratzie.

7 Comments:

Blogger AlexSilvaAlex said...

Al igual que tu.. ha no eso de un comercial de Mujer Banorte.

Yo no celebro mi cumpleaños porque soy un amargado feliz, no requiero de una fiesta fastuosa o discreta, las fiestas me valen madre.

Odio a la gente a mi alrededor, no he arrepentido de estudiar periodismo pero si de algunas decisiones profesionales.

Yo te supero en edad, a lo mejor no en medallas, pero te puedo decir que el mundo no sólo se va más pinche, te haces más cínico y te vale que todo se joda y que se joda la gente al final de cuentas es la selección natural.

En cuanto a lo porno, no hay pedo, cosumirla es como la cocacola no te alimenta pero tampoco hace daño.

¿Te felicito o te compadesco? Tu dime.

2:11 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Me vale cacahuate lo que digas. Eres un amargado y aún asi te quiero mucho desgraciado. Feliz Cumpleaños.

3:35 p.m.  
Blogger Tramontana said...

Felicidades un poco tardes. 26... y de repente llegas a los 30 y a los 40 sin darte cuenta...

8:04 a.m.  
Blogger Pablo Perro said...

tarde pero seguro, felicidades, y si, es cierto, lso 30 las mayores no se ven tan mayores y las chicas se ven más chicas, y aparte para las mayores eres atractivamente uvenil y para las chicas eres atractivamente maduro...

sigamos.

Ahí luego me pasas la pornografía.

5:35 p.m.  
Blogger Proyectos, Trabajos y Galería de fabiancavazos said...

pues como el gallo viejo que nomas se le monta a las gallinas y no les hace nada... nomas me he conectado al internet por puro vicio, ni platico en el messenger ni le he dedicado tiempo a blogguear...

antes, tengo que actualizar mi blog y ni he tenido el tiempo ni la imaginación para hacerlo...

a lo que vine, FELICIDADES TOÑO CABRON!!!! UN ABRAZO, UN RECONOCIMIENTO, ESTOY DE ACUERDO CONTIGO, EN QUE ESTES AMARGO, YO TE APOYO, A VECES LA GENTE VALE MADRES, A VECES VALEN TODO Y LA RAZA SIEMPRE ES LA RAZA.

lo de tener 30, pos ya voy pa alla, lo de la adolescencia... sigo siendo horny como un chimpancé...

y ya no sé si celebrar mi cumpleaños, los de siempre siempre están y me da gusto

enhorabuena TOÑO!

1:29 a.m.  
Blogger Argüello said...

Pues en resumen: no festejo mi cumpleaños, festejo lo que he vivido; no hace falta que me feliciten ni me compadezcan, con que me acompañen basta; y pues bien dice Tramontana que de aqui ya todo es cuesta abajo... Dios... Ya me preocuparé por la crisis de los 40.

6:47 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

un abrazo toño, no sabía que era tu cumple, de haber sabido hubiera hecho doble esfuerzo por ir. lo mejor de lo mejor, un beso
xp

3:04 p.m.  

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