"¡Y soy rebelde...!"
Son las diez con tres de la noche. Miércoles. Estoy escuchando "Todavía cantamos" con las deliciosas voces del maestro Silvio Rodríguez y de Víctor Heredia. Esos versos entre idealistas y pretenciosos...
Todavía cantamos
todavía pedimos
todavía soñamos
todavía esperamos...
En cierto sentido la rebeldía siempre es una posición relativamente fácil: la postura nihilista de negación total, irracional y sin sentido. Un montón de planteamientos plagados de utopías e ideales, de visiones utópicas inalcanzables... Esas posturas en las que muchos izquierdistas siguen clavados y al parecer seguirán toda la vida. Esos hábitos de sujetarse ciegamente a un sueño, a una idea, a un absurdo. Basura mental e ideológica.
Debo aclararlo: creo en la rebeldía, creo en la subversión, creo en esa negación. Sin embargo, en lo que no puedo creer es que la rebeldía se limite a eso, a un acto de negación, un simple y llano acto de decir irracionalmente no. Como estos muchachitos. "Soy rebelde cuando no sigo a los demás". Carajo, qué barata es la rebeldía en estos días.
Creo en la rebeldía como una afirmación. Como un manifiesto. La rebeldía como la confirmación de la humanidad, de su inteligencia, de su negación absurda a la muerte; la rebeldía como un deseo de vivir aunque la muerte aguarde. La búsqueda incansable de libertad.
La rebeldía no es una pose bana, la rebeldía no es cómoda, la rebeldía no es fácil. La rebeldía pareciera a veces una condena que al final es indispensable para seguir viviendo, al menos para vivir dignamente, porque el fondo de la rebeldía es ese, la necesidad de ser una persona digna, de tener una vida digna y una muerte digna.
La rebeldía es afirmar la vida y negar la muerte, aunque ninguna de las dos acciones tenga sentido.
(Ahora suenen Antonio Tarrago Ros y Pablo Milanés: "La vida y la libertad").
2 Comments:
Casi hasta lástima pueden dar esa raza que se siente rebeldes nomas por quererse ver malitos, pinches jodidos!
si se pusieran a hacer cosas productivas y no pendejadas el país neta que sería otro...
por lo pronto, no estoy siendo taaaaan productivo como quisiera pero por lo menos hago mi partecita y me dejo de pendejadas, de poses, de pinches falsos ideales para complacer a otros pendejos igual de perdidos para no sentirme tan solo... por eso no voy a antros...
y si soy un amargo por nomas querer trabajar y tener mucho dinero me declaro culpable... culpable pero no pendejo!
Un placer leerte.
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