sábado, noviembre 18, 2006

-10

Trino, el mundo simplemente no te merece...

-Aquel gordito bonachón...

-Ese padre apesadumbrado...

-El hombre invisible en Almoloya

-El Fobaproa

-Un clásico...

-Otro clásico...

-Y la del estribo...

jueves, noviembre 16, 2006

-09

La mirada de Pablo topó con la suya irremediablemente. Ya no podía ocultarse, ya no podía virar: el daño estaba hecho y habría que hacerle frente. Era como si entre la muchadumbre del museo una energía imperceptible los hubiera movido para encontrarse en la distancia que creaban los murmullos, las voces, las decenas de personas que trataban de ver y ser vistos pero que creaban un abismo aparentemente infranqueable entre ambos, pero que sus miradas superaron para coincidir en el más improbable de los sucesos.
José ocultó su desazón y fue el primero en dar los pasos que rompieran con la lejanía y la tensión; quien antes de llegar, abrió los brazos y con ellos apretó a su viejo amigo: -Muchas felicidades -, susurró a su oido mientras le daba unas palmadas en la espalda, -¿Cómo estuvo la boda?.
Y Pablo respondió que muy bien, que la comida fue fabulosa y el brindis estremecedor, aunque la ausencia de José fue tema en más de una de las mesas, inlcuso en la de honor. -A Mariana le hubiera encantado conocerte -, le dijo sin terminar el abrazo.
Pero Jósé no respondió y apenas se hubo separado, le dijo a Pablo que le apenaba mucho no haber acudido a la boda pero que una serie de sucesos le impidieron cumplir con tal compromiso que le generaba su amistad.
-Siento mucho no haberla conocido, será para después.
-Pero ella está aquí mismo, me parece que fue al sanitario o a la sala superior, deja que le llame.
-No hace falta, en verdad tengo prisa.
Pablo sonrió comprensivo. -Tú siempre tan evasivo; anda, será para después.
Y los amigos se abrazaron cálidamente y quedaron en una reunión que nunca se realizaría.
José se abrochó el abrigo antes de salir a la calle. Caminaba apresuradamente por el pasillo principal del museo con una gesto de tristeza sobre su rostro de piel reseca y resquebrajada. -Te quiero mucho, Pablo -pensó con melancolía al introducir su mano derecha en el bolsillo de su abrigo y apretar la húmeda ropa interior de Mariana.

miércoles, noviembre 15, 2006

-08

No siempre se quitaba el pasamontañas para coger, pero cuando lo hacía, el Subcomandante gustaba de utilizar un antifaz de cuero negro que le cubriera exactamente la línea de bronceado que rodeaba las cuencas de sus ojos; su mujer, sabia y reflexiva, no sabía con exactitud cual de las dos opciones le parecía más kinky.

lunes, noviembre 13, 2006

-07

El problema no fue lo horrible del sueño, el problema era su similitud con la realidad.

-06

La hora era la misma, la casa era la misma. Hasta mi ropa era la misma: la diferencia era la oscuridad.

domingo, noviembre 12, 2006

-05

-04

Estas palabras no son para nadie ni
estas letras tienen algún fin;
el único grito que lanzo
no tiene nombre, dedicatoria ni entrelazo.

Mis letras no buscan principio,
pues mi letra es el explosivo maligno
cargado en un perdido proyectil.

-03

I won't explain a fucking shit. Not even a word.
No profile. No comments. No C-box.
No more literature.
No more beauty.
No more smiles.
Just absurd.
Just darkness.
Just me.

-02

>>> …De infinito, de absoluto, de verdad, de realidad e irrealidad, de sueños que se atrevan a retar la línea divisoria de la vigilia; el cielo, las estrellas, la nada, algún lugar donde todo converja y no haya nada fuera porque todo se incluiría en una memoria, una figura, una frase… una palabra. El hambre desesperada de siempre querer más y de nunca ser suficiente. Un hambre que no termina, una voracidad inacabable. No hay alimento en el planeta que sacie este afán iracundo. Simplemente no lo hay.

-01

De nada sirve escribir. Toda literatura es absurda. Toda palabra es estéril. Todo lo que hacemos es mierda. Todo lo que decimos. Todo lo que intentamos. Todo lo que dejamos. Un herencia de neurosis, dolor y frustraciones. Nada.