jueves, marzo 13, 2008

Plástico


En el rostro no le queda otra opción que el estoicismo como una obligada letanía de amargas palabras con trazos de espinas y puntuación con alfileres. En el estómago no tiene otra realidad que la entereza de una figura inanimada sin más tiempo que el polvo y el hedor del encierro. En ese estropajo desgastado que ha nombrado alma, sólo le resta hacer lo que se debe hacer con los estropajos desgastados llámense como se llamen.

1 Comments:

Blogger Proyectos, Trabajos y Galería de fabiancavazos said...

para comenzar, que bueno que has regresado a publicar!

lo que nunca he entendido de los maniquís y más los modernos, no tanto a los de hace tiempo es que les ponen unas nalgas impresionantes, unos pezones super reales, musculos abdominales dignos para iluminar con una ventana... pero unas pelucas horrendas!! y nunca se les acomodan

ok ok mal comentario pero bueno, soy yo...

2:21 a.m.  

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