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¿Puede decirse algo más? Con balas o con presupuestos de Comunicación Social, la libertad de prensa sigue siendo una falacia. Los atentados no son contra instituciones ni contra los reporteros, son contra la libertad. Por eso los perpetradores pueden ser igual narcotraficantes, terroristas, jefes de prensa, directores de comunicación o hasta directores editoriales de periódicos. Es igual.
Atentado a El Mañana
Redacción / El Mañana
Al menos dos sujetos encapuchados irrumpieron anoche en las instalaciones del periódico El Mañana de Nuevo Laredo con armas de grueso calibre, lanzaron una granada e hirieron al reportero Jaime Orozco Tey, quien se encuentra grave con cinco impactos de bala, uno de ellos en la columna vertebral.
El atentado ocurrió a las 19:45 horas, cuando los sujetos se introdujeron a las instalaciones de este matutino, ubicadas en las calles de Juárez y Perú.
Tras abrir la puerta, los gatilleros empezaron a disparar con armas AR-15 y AK-47 en el área de recepción, después pasaron a la redacción, donde siguieron disparando, para luego arrojar una granada de fragmentación.
Para entonces, Jaime Orozco Tey ya estaba herido de cinco impactos de bala, que hasta el cierre de esta edición, a las dos de la madrugada, lo reportaban como grave.
En medio de la confusión y el pánico, reporteros y editores que en ese momento cerraban las secciones Local y Revista, se tiraron al suelo y resultaron ilesos, mientras los encapuchados lanzaban amenazas.Algunos compañeros, sobre todo las damas, presentaban crisis nerviosas.
Policías federales, estatales, municipales y miembros del Ejército llegaron a las instalaciones de El Mañana para iniciar las investigaciones.
En el primer piso del edificio se encontraron más de 30 casquillos percutidos calibre .223 y 7.62 X 39, así como el seguro y una espoleta de granada.
Cristales rotos, puertas y paredes horadadas por las balas y un apagón momentáneo, era el panorama que presentaba la redacción.Las preguntas quedaban sin respuesta: ¿Quién fue?, ¿por qué nosotros?, ¿hasta cuándo parará la violencia?.
Es una página más de la violencia que llega al terrorismo. Es un ataque más a un periódico que sólo busca informar, que no pretende causar daño a nadie.
"Esta es una guerra enloquecida que no es de Nuevo Laredo, ni de los medios, de El Mañana, ni de la sociedad, pero sin embargo todos padecemos las secuelas que produce la violencia", señalaron los directivos.
Y agregan: "Sabemos que el problema del narcotráfico ha rebasado a las autoridades, no tenemos garantías, no tenemos más que informar los hechos. No vamos a acabar con un problema internacional con el que no pueden las autoridades", finalizaron.
Atentado a El Mañana
Redacción / El Mañana
Al menos dos sujetos encapuchados irrumpieron anoche en las instalaciones del periódico El Mañana de Nuevo Laredo con armas de grueso calibre, lanzaron una granada e hirieron al reportero Jaime Orozco Tey, quien se encuentra grave con cinco impactos de bala, uno de ellos en la columna vertebral.
El atentado ocurrió a las 19:45 horas, cuando los sujetos se introdujeron a las instalaciones de este matutino, ubicadas en las calles de Juárez y Perú.
Tras abrir la puerta, los gatilleros empezaron a disparar con armas AR-15 y AK-47 en el área de recepción, después pasaron a la redacción, donde siguieron disparando, para luego arrojar una granada de fragmentación.
Para entonces, Jaime Orozco Tey ya estaba herido de cinco impactos de bala, que hasta el cierre de esta edición, a las dos de la madrugada, lo reportaban como grave.
En medio de la confusión y el pánico, reporteros y editores que en ese momento cerraban las secciones Local y Revista, se tiraron al suelo y resultaron ilesos, mientras los encapuchados lanzaban amenazas.Algunos compañeros, sobre todo las damas, presentaban crisis nerviosas.
Policías federales, estatales, municipales y miembros del Ejército llegaron a las instalaciones de El Mañana para iniciar las investigaciones.
En el primer piso del edificio se encontraron más de 30 casquillos percutidos calibre .223 y 7.62 X 39, así como el seguro y una espoleta de granada.
Cristales rotos, puertas y paredes horadadas por las balas y un apagón momentáneo, era el panorama que presentaba la redacción.Las preguntas quedaban sin respuesta: ¿Quién fue?, ¿por qué nosotros?, ¿hasta cuándo parará la violencia?.
Es una página más de la violencia que llega al terrorismo. Es un ataque más a un periódico que sólo busca informar, que no pretende causar daño a nadie.
"Esta es una guerra enloquecida que no es de Nuevo Laredo, ni de los medios, de El Mañana, ni de la sociedad, pero sin embargo todos padecemos las secuelas que produce la violencia", señalaron los directivos.
Y agregan: "Sabemos que el problema del narcotráfico ha rebasado a las autoridades, no tenemos garantías, no tenemos más que informar los hechos. No vamos a acabar con un problema internacional con el que no pueden las autoridades", finalizaron.
posted by Argüello at 10:39 a.m.
8 Comments:
duele saberlo, pero es así el oficio.
mierda.
No, no es así el oficio, no podemos permitir que esto se tome como un riesgo laboral, no debemos asumirlo como algo normal, los periodistas menos que nadie. Que yo me dedique a turismo no quiere decir que no esté cada minuto con los compañeros del Mañana.
Estoy de acuerdo con Pablo, no lo podemos asumir como algo normal. Entre eso y lo de los cubanos, de veras que hasta pena decir que somos mexicanos.
¿Alguien tiene ganas de votar por el PAN?
A ver. No se pierdan el tema no es ese, el tema es que está de la chingada, no tenemos como ciudadanos derecho a saber la verdad si no quieren quienes detentan el poder o quienes son parte del crimen organizado, pero no nos pongamos románticos la máxima en esas zonas es no tomo partido por ningún grupo de narcos, cosa que olvidó un ex reportero de Televisa.
lo de los cubanos me mata de risa, son unos hijos de puta dentro y fuera de su patria.
Y psss... México es un soldado, un obrero, sólo sabe seguir órdenes.
Y... cuando salgo a la calle y trabajo con notas de narcotráfico de antemano sé que el costo/precio/beneficio de cada letra.
Yo si lo asumo como parte de mi oficio, y ¿saben? me place.
Porque mueren en veracruz, sonora, sinaloa, baja california, coahuila y tamaulipas, no en aguascalientes... No se trata tampoco de que el periodista se vista con manto de martir.
En este caso coincido con Alex.
cuando vivi en la habana también trabajé en prensa... no toda mi vida transcurre en esta ciudad...
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