martes, diciembre 13, 2005

Resident Evil

El domingo por la noche vi Resident Evil por segunda o tercera vez. No es la gran cosa, lo sé. Más allá de que nunca resulta bien adaptar un videojuego al cine, la película no cuaja del todo. Tiene secuenciuas que en mi opinión se pudieron trabajar mejor, en un punto la película se cuelga por unos minutos y no me gustó el diseño visual del Licker. Sin embargo, la película me entretiene a sobremanera. Sobra decir que una de las razones principales es que la sola oportunidad de ver a Milla Jovovich durante hora y media con minifalda, botas y vestido rojo que resalta sus ojos azules de absoluto, disparando indiscriminadamente contra muertos andantes es un placer inobjetable. Su voz áspera. Su mirada feroz. Toda ella. Milla pareciera la muestra del límite entre la realidad y la mitología.



Sin embargo, eso no es todo. Algo hay en el film que me roba la atención irremediablemente y me obliga a quedarme sentado viendo la acción, aun cuando mi muy estimado Max Torres opine que lo mejor con esas películas es quemarlas y después enterrar su cenizas.
Muchos saben que una de mis pasiones son las películas de George Romero. Las de muertos vivientes para que me entiendan. Habrá sido a mis 13 o 14 años cuando vi por primera vez "Night of the living dead" una noche sentado en la salita de estar en casa de mi padres. Esa vez no pude dormir. La película consiguió arrancarme escalofríos y terror. Las multitudes de muertos autómatas caminando por despoblado, amenazando cualquier indicio de vida humana.
Después pude ver las siguientes entregas de la saga, todas buenas pero ninguna con la atmósfera tétrica, claustrofóbica y oscura de la primera.
En parte por eso me gusta Resident Evil. Toma buena parte de los elementos y clichés de las películas de Romero (la claustrofobia, la amenaza latente, el personaje entrañable a quien poco a poco vemos cómo se pierde en la enfermedad que lo llevará a la muerte, la resurrección temida y a convertirse en una amenaza para para sus propios amigos) pero los baña con otros clichés de otro tipo de películas. Así, vemos una combinación extraña entre "Night of the living..." y mucho cine de acción y ciencia ficción de los ochentas, principalmente "Aliens" de James Cameron.


Los muertos vivientes en general siempre me han parecido una metáfora cruel pero efectiva: la humanidad puede luchar contra todo excepto contra sus propios muertos, si nos ponemos más políticos que filosóficos, diríamos que Estados Unidos puede contra todo excepto contra la muerte que ha provocado. Al menos eso parecen decir las películas de Romero si las ubicamos en contexto (la primera al final de los 60's, la segunda y tercera en medio de los 80's y la cuarta al término de la segunda guerra contra Irak).
Obviamente Resident Evil se aleja de todo ese planteamiento crítico y aunque trata de manejar un fantasma de crítica al mundo a través de la corporación todo poderosa que ejerce el poder desde el ámbito económico, político y militar, no puede evitar quedarse en la historia de acción-terror-ciencia ficción. Cine comercial a final de cuentas pero aun así, mantiene cierta dosis del temor que Romero podía crear en sus filmes. Sólo por eso vale la pena, sobre todo al compararla con la segunda parte, "Apocallipsis", donde pierde absolutamente todos los elementos que levantaban una historia aparentemente imposible de narrar dignamente. Los muertos vivientes de "Resident..." no son metáforas de las atrocidades de la humanidad, no son alegorías del proletariado, no son una crítica al consumismo desmedido. No. Son simplemente la amenaza en una película de juego gato-ratón. Aunque aclaro que no por ello son menos aterradores.
Eso me lleva a pensar que sí, quiezá me gusta Resident Evil como un placer frívolo y mundano, sin mayor pretención que entretenerme y ahondar en un miedo sin trasfondos filosóficos ni políticos, pues finalmente así es el miedo. Los muertos de "Resident..." no son ninguna crítica social, son simplemente miedo, el pánico a sentir cientos de dientes caníbales arrancándonos la carne en medio de nuestros gritos de horror.
En fin, no creo que deba sentirse ninguna culpa por disfrutar el cine de palomitas de vez en cuando, mas cuando al final de la película se adivinan la vagina y los senos de Milla Jovovich semidesnuda.

5 Comments:

Blogger AlexSilvaAlex said...

No hay que justificar todo lo que hacemos, por ejemplo yo gozo como si me vengara cuando escucho ciertas rolas de Flans, o con alguno chistes repetitivos e insulsos de El Chavo, si tu te entretienes viendo cine palomero es tu pedo.

Además a veces las películas que parecen más bobas tienen su contexto, como en el caso de ¿Dónde está mi carro?, hay una acendrada critica a los Estados Unidos y su estilo de vida que engendra sociópatas como el tipo que tiene su culto y desea el aparato que tienen sin saberlo el personaje de Aston Kutcher y su amigo.

1:48 p.m.  
Blogger Proyectos, Trabajos y Galería de fabiancavazos said...

Bueno, primero coincido mucho contigo Toño, y sobre todo y mucho más en el último párrafo, lo cual fue el 50% del motivo que me hizo comprar el DVD, lo admito y que chingados, el otro 45% es ver a la ultramamacita de Milla y dejarme llevar, el otro 5% me lo reservo como capricho personal, la pelicula se aguanta, se soporta y tolera como una cocacola fría pero sin hielos en canícula.
Coincido con Alex en que a veces hay que llegar a la casa, colgar el cerebro en el perchero y ver la tele... que para eso está ultimadamente ya que a veces hace mucha falta y a veces uno no llena de llenarse de mugrero el hueco de la sesera...
Por cierto, por esa misma razón me negaba a ver la de ¿dónde está mi carro? hasta que me la recomendó una persona la cual jamás imaginé que terminara recomendándola...

en fin, tengo ambos DVDs de Resident Evil, si alguien quiere verlas sólo ponga las palomitas y yo las llevo, y disfrutamos de la mamacita de Milla Jovovich de Cavazos...

Saludos

P.D: tengo tambien Kill Bill 1 y 2 la trilogía de Matrix y de El Señor de los Anillos ¿quién pone las palomitas? ya que mi fin de año pinta para que sea OGT...

3:12 p.m.  
Blogger Argüello said...

Fabian: Pues sí, a veces hay que apagar ese aparato gris y redondo llamado cerebro por mera salud mental... Y ustedes digan qué pedo para año nuevo. Yo pongo la casa.

Silva: No importa cuántas cheves te haya pagado desde que nos conocemos, imaginarte bien prendido escuchando "Me he enamorado de un fan", "corre por el boulevard" o "bazar" no tiene precio.

4:16 p.m.  
Blogger AlexSilvaAlex said...

Me verás cantar "Me he enamorado de un fan", "No controles", "Alma gemela", el resto no me prenden tanto.

4:27 p.m.  
Blogger AlexSilvaAlex said...

Pos si es necersario una tele grande, yo la tengo grande, no sera wideescreen pero se ve bien padrota.

4:31 p.m.  

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