El existencialismo me da risa
"El existencialismo está out", dijo una joven. La cita es de una escritora regiomontana, no recuerdo el nombre. No quiero ser despectivo como un prejucio, nunca me ha gustado serlo aunque no siempre puedo evitarlo. Algo hay en los escritores de esta ciudad, jóvenes y viejos, que me enferma, me repugna, me indigesta. Quizá con el tiempo he venido amargándome y se ha sesgado un poco mi percepción, mi visión de las cosas.
La cita está tomada de una entrevista que le hizo -me parece- Héctor Alvarado a la chiquilla y que se publicó esta semana en la revista "La Roca".
"El existencialismo está out", señala ella con un dejo de rebeldía y cinismo.
Nunca he leído a la chica, salvo la serie de Posts que tiene publicados en su blog, pero es evidente que se siente a gusto con esa etiqueta y actitud de estos tiempos bien o mal llamada postmodernidad, esa amalgama de frívola cultura, profunda banalidad, donde todo es arte y más lo cínico, lo sórdido y sardónico. El arte de la decadencia y la decadencia del arte.
Luego me la presentó Luis Aguilar, hará unos ocho meses, en una borrachera letrística en un bar del centro. Apenas la recuerdo, dudo que me recuerde. Me parece andábamos igual de ebrios. La recuerdo por una peluca platinada que utilizaba, cual cantante de Velvet Underground o niño de "Ville of the damned". Carcajadas estridentes, estruendosas; frases forzadas e ingeniosas, hambre de atención. Todo cargado del patetismo y floclor propio de las reuniones de este tipo de grupos.
La postmodernidad encarnada en todos nosotros, bebiendo cerveza y quejándose alguno por la ausencia de marihuana.
Quizá por eso me reí tanto cuando meses después Rodrigo Guajardo, reportero de la sección cultural de El Porvenir, me dijo hace unos días: "Pinche Andy Warhol, qué mal le hizo al mundo". Estoy de acuerdo: Siempre he visto la postmodernidad como el nombre y máscara que cada quien pone a sus carencias, al menos en el arte, en la literatura. Un culto a la banalidad, a la pereza intelectual, a los sentidos.
Me pregunto qué querría decir la novel escritora con que el existencialismo está "out": Por un lado, ¿terminamos ya los cuestionamientos morales y éticos que nos hemos venido haciendo desde el siglo pasado? ¿Los escritores encontraron ya su función y papel ante las figuras de autoridad, ante las coyunturas, ante el poder y ante la inconformidad? ¿O las corrientes filosóficas son en el postmodernismo apenas un estilo de pantalón y blusa que al llegar la temporada otoño-invierno están simplemente "out" y en oferta en el escaparate de una tienda de segunda?
Es una pena que México sea un país de escritores pero no de filósofos, es lamentable que Monterrey sea una ciudad de maquetas de escritores aun sumidos en el costumbrismo y en el realismo mágico; que esté tan lejos de ser una tierra de pensadores, de críticos... de verdedaros rebeldes, con un interés más profundo que una beca de Conarte o de Conaculta, que una posición en los organismos públicos de cultura, con más interés que un premio en un certamen universitario.
Lo malo de las letras de Monterrey es justo eso, son letras... y nada más.
La cita está tomada de una entrevista que le hizo -me parece- Héctor Alvarado a la chiquilla y que se publicó esta semana en la revista "La Roca".
"El existencialismo está out", señala ella con un dejo de rebeldía y cinismo.
Nunca he leído a la chica, salvo la serie de Posts que tiene publicados en su blog, pero es evidente que se siente a gusto con esa etiqueta y actitud de estos tiempos bien o mal llamada postmodernidad, esa amalgama de frívola cultura, profunda banalidad, donde todo es arte y más lo cínico, lo sórdido y sardónico. El arte de la decadencia y la decadencia del arte.
Luego me la presentó Luis Aguilar, hará unos ocho meses, en una borrachera letrística en un bar del centro. Apenas la recuerdo, dudo que me recuerde. Me parece andábamos igual de ebrios. La recuerdo por una peluca platinada que utilizaba, cual cantante de Velvet Underground o niño de "Ville of the damned". Carcajadas estridentes, estruendosas; frases forzadas e ingeniosas, hambre de atención. Todo cargado del patetismo y floclor propio de las reuniones de este tipo de grupos.
La postmodernidad encarnada en todos nosotros, bebiendo cerveza y quejándose alguno por la ausencia de marihuana.
Quizá por eso me reí tanto cuando meses después Rodrigo Guajardo, reportero de la sección cultural de El Porvenir, me dijo hace unos días: "Pinche Andy Warhol, qué mal le hizo al mundo". Estoy de acuerdo: Siempre he visto la postmodernidad como el nombre y máscara que cada quien pone a sus carencias, al menos en el arte, en la literatura. Un culto a la banalidad, a la pereza intelectual, a los sentidos.
Me pregunto qué querría decir la novel escritora con que el existencialismo está "out": Por un lado, ¿terminamos ya los cuestionamientos morales y éticos que nos hemos venido haciendo desde el siglo pasado? ¿Los escritores encontraron ya su función y papel ante las figuras de autoridad, ante las coyunturas, ante el poder y ante la inconformidad? ¿O las corrientes filosóficas son en el postmodernismo apenas un estilo de pantalón y blusa que al llegar la temporada otoño-invierno están simplemente "out" y en oferta en el escaparate de una tienda de segunda?
Es una pena que México sea un país de escritores pero no de filósofos, es lamentable que Monterrey sea una ciudad de maquetas de escritores aun sumidos en el costumbrismo y en el realismo mágico; que esté tan lejos de ser una tierra de pensadores, de críticos... de verdedaros rebeldes, con un interés más profundo que una beca de Conarte o de Conaculta, que una posición en los organismos públicos de cultura, con más interés que un premio en un certamen universitario.
Lo malo de las letras de Monterrey es justo eso, son letras... y nada más.
3 Comments:
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
TOÑO, TE DOY LA RAZON EN LO QUE DICES DE LA GENTE QUE HABLA CON FRASES FORZADAS Y ELABORADAS CON HAMBRE DE ATENCION, ME CAGAN ESAS PERSONAS, ESA GENTE, QUE NO PUEDE SENTIR QUE SE QUEDA ATRAS, YO PREFIERO CAGARLA Y VERME IGNORANTE, PERO NO HARTAR A LA RAZA, Y ESO DEL ANDY WARHOL, NO MAMES! AHORA TODOS SE CREEN ARTISTAS Y NO PUEDES CUESTIONARLES NADA, PORQUE ERES UN INCULTO E INTOLERANTE... QUE NO SON MÁS QUE UNA BOLA DE PLAGIARIOS, Y POCO AUTÉNTICOS
QUE CHINGUEN A SU MADRE TODOS POR IGUAL, TOTAL, SU EXISTENCIA ES UNA MENTADA DE MADRE PARA OTROS Y AÚN ASÍ LOS DEJAMOS VIVIR... LOS TOLERANTES SOMOS NOSOTROS
¿Y me vas a dejar con la duda de quién es la escritora? Sólo quiero asegurarme de no leerla!!
Pero tu escrito es un poco contradictorio: muestra lo que sí hay mientras comentas que no lo hay.
si... a eso de que lo que dejas. Hay valor, creo, en todos, los que salen y quieren ser leídos y los que se quedan callados y no guardan nada.
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